Tras el accidente del 9 de febrero, en que fallecieron 16 personas, el MOP y el municipio de Tomé están discutiendo de quién es la responsabilidad por el tramo de la ruta 150 que incluye la cuesta Caracoles. Mientras el municipio analiza soluciones para mejorar el estándar de la cuesta, la alcaldesa Ivonne Rivas pidió estudiar la ruta costera, que utilizaría la franja hoy a cargo de la empresa de Ferriocarriles, pero donde desde 1995 que no pasa ningún tren, y de hecho ni siquiera existen los rieles.