Nacieron de 25 semanas, tres meses
antes de lo presupuestado. 525 gramos pesó Martín, pero su pequeña hermana
Karen, sólo 390, casi ocho veces menos que una guagua de término. En Chillán y
contra toda estadística la pequeña Karen se aferró a la vida y ya ostenta el
record de la prematura más extrema de la que se tenga registro en Chile. Pero
más allá de las cifras, está su historia
y la de tantos otros niños que sorprenden desde el minuto que deciden nacer.