Desde vender bencina del octanaje que corresponda hasta señaléticas de seguridad en los sitios de venta. Esas son parte de las normas, deberes y exigencias que deben cumplir la totalidad de las bencineras.
Este lunes autoridades de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y de la Seremi de Energía dieron a conocer los alcances de estas fiscalizaciones.
Hasta ahora hay una investigación en curso luego que en un recinto destinado a proveer de combustibles a colectivos, se detectó que se vendía bencina de 95 octanos cando en realidad era de 93.
Las multas pueden llegar hasta el castigo del pago de 500 UTM y eventualmente el cierre del Servicentro.