Cuatro días estuvieron perdidos en las laderas del volcán Llaima. Soportaron el viento blanco, la lluvia y las bajas temperaturas, sólo con equipamiento necesario para resistir un día. Sobrevivieron contra todo pronóstico. Justo en el momento en que la naturaleza les dio la espalda, tres profesores de la escuela polivalente de Tomé vivieron para contar la aventura más amarga en su historia como experimentados montañistas.