Pensaron cerrar contratos que serían una buena oportunidad de negocio, una situación que con los meses les quitó el sueño de lo conseguido con el esfuerzo de años.
Prestaron servicios a grandes empresas para la construcción de importantes obras en la región del Biobío. El problema es que, a cambio, sólo recibieron millonarias deudas. Los micro, pequeños y medianos empresarios aseguran que se sienten desamparados ante una práctica que, cada vez, es más recurrente. Dicen que la normativa vigente no los favorece: fomenta la creación de las Pymes, pero no las protege y además beneficia a las grandes empresas.