Tímido y con ojitos saltones. Así es posible describir al poco conocido “monito del monte”, único sobreviviente del orden microbiotheria que existió hace 65 millones de años cuando aún los continentes no se dividían.
Quedan pocos y uno de ellos fue rescatado por una familia de Penco. Heide como fue bautizada tuvo suerte de llegar a buenas manos, aunque quienes lo encontraron tuvieron la sabiduría de dar cuenta al SAG, organismo que se asegurará de devolverlo a su hábitat en la Reserva Nonguén.
Este monito del monte representa los caracteres más primitivos de su especie, es un fósil viviente y está en peligro de extinción.
Aún le queda un tiempo por hibernar y ojalá seguir formando parte del ciclo de la vida que lo mantenga en este planeta por muchas más generaciones.