Es el destino turístico por excelencia de la región del Biobío, pero su imponente cascada ya no es la misma. La sequía ha disminuido el cauce de los Saltos del Laja. Pese a la escasez hídrica, los empresarios se reconvirtieron y la tradicional postal continúa cautivando a miles de visitantes que llegan cada temporada.
Sigue siendo un lugar que no pierde la mística, más allá de los embates de la naturaleza, los emprendedores del sector se las ingeniaron y ampliaron la oferta turística para seguir seduciendo a los viajeros. Desde un paseo en
lancha hasta un recorrido a caballo en medio de árboles centenarios es parte de lo que entrega Los Saltos del Laja.