Fue una madrugada imborrable, una que muchos quisieran olvidar. Pero hay quienes por vocación, trabajo y porque no, por sanación, quisieron inmortalizar. Lo hicieron a través de sus propios relatos, registros que permiten revivir las interminables horas que siguieron a uno de los terremotos más grandes de la historia. Sandra Morales lo hizo a través de un libro que por primera vez da a conocer y que recientemente publicó en internet. Guillermo Salgado, con sus cinco mil fotografías, una de ellas premiada por la Unicef.