Son un verdadero sello de la provincia de Ñuble y muy especialmente de la Comuna de Chillán. Su nacimiento y posterior comercialización se debe a la llegada de los españoles a tierras sureñas en la época de la Colonia.
En su mayoría la fábricas de cecinas de la comuna corresponde al esfuerzo de familias que buscan ante todo la elaboración de productos netamente artesanales.