Así como apareció, se fue. Al menos es lo que determinó la contramuestra realizada por Sernapesca en el área donde se había encontrado el veneno diarreico. Se trata de una toxina que provoca problemas a la salud, por eso de inmediato la autoridad sanitaria prohibió la extracción, venta y consumo de los moluscos bivalvos o de dos conchas. El sector cerrado desde el lunes está entre la caleta Tubul y la isla Santa María. Pese a los resultados aún no se reabre porque por protocolo es indispensable otra muestra que confirme que la toxina ya no está. Ya se tomaron los exámenes y están en laboratorio.