Son familias que hasta el 2010 habitaban cuatro caletas de Talcahuano. Están viviendo en mediaguas instaladas en Tumbes desde que el terremoto y tsunami les quitó todo. Sus aldeas post 27F son tres y las últimas que quedan por erradicar en todo el país. Desde sus ventanas ven sus casas nuevas, si bien están listas no pueden ocuparlas. Ya cumplieron cinco inviernos palpando la emergencia. El compromiso es que en marzo de 2015 comience el traslado de las 200 familias, en su mayoría damnificadas por el tsunami de 2010.