Quizás pocos podrían entender la obra de teatro que montaron, pero para ellos tiene un valor significativo. Meses de trabajo y superación. Son jóvenes, adultos y niños con síndrome de asperger y autismo.
Para ellos no ha sido fácil llegar hasta acá. Un camino difícil de seguir más aún cuando se es precisamente diferente a los demás, cuando existe dificultad para comunicarse con otros, cuando hay problemas de socialización. Y quizás los más difícil de superar, un aislamiento constante.
AGANAT es una agrupación que alberga a quienes padecen estos síndromes. Sin esta institución el camino hubiese sido aún más complicado.
En el auditorio del Hospital Higueras en Talcahuano mostraron una obra de teatro muy especial donde ellos fueron los protagonistas.
Un espacio para desarrollar sus habilidades y destrezas que sus padres pensaron que quizás tardarían en desarrollar, pero que entendieron que con estimulación, cariño y una lucha constante se puede lograr.