Por nueve votos contra uno, la Comisión de Evaluación Ambiental del Biobío aprobó el estudio de impacto de la central Bocamina II de ENDESA, en Coronel, la que había sido autorizada el año 2007 para ser construida, pero que en su ejecución fue modificada, por lo que la justicia ordenó que volviera al Sistema de Evaluación.
En la sesión de la tarde de este lunes, los secretarios regionales ministeriales escucharon el informe del nuevo Estudio, que establece la instalación de filtros para cumplir la normativa nacional de emisiones de material particulado y Oxido de nitrógeno.
Votó en contra la seremi de economía, Isabel Monsalves, porque la instalación de los filtros para evitar la absorción de fauna marina, por los ductos de agua de la termoeléctrica, tardaría 13 meses, y no es inmediato.
Durante la votación final, representantes de los opositores de la Central Bocamina II protestaron a gritos, y luego se enfrentaron verbalmente con los dirigentes de los pequeños y medianos productores de carbón de Curanilahue, que estaban a favor del reinicio de operaciones de la planta termoeléctrica que ENDESA tiene en la bahía de Coronel.
