Es un respaldo en material de reinserción social, ya que este dispositivo permite que los condenados en lugar de ir a la cárcel puedan cumplir sus penas en libertad. En el caso del primer hombre que usa la tobillera, solamente deberá dormir en el domicilio que estipuló y que ya está registrado en el gps, pudiendo diariamente trabajar y hacer una vida casi normal.