La gran mayoría son ancianos que no quieren complicarse la vida con trámites engorrosos y aseguran además que la calle nunca tuvo otro nombre. Las autoridades les impusieron ese nombre desde el principio y nunca ha habido protestas desde hace 40 años. Comprenden que hay sensibilidades históricas de por medio pero ellos ya están acostumbrados y no piensan que sea un tema tan importante.