Un par de manchas en el cuerpo de su hijo y temprana hiperactividad, llevaron a una mujer de ovalle a presentar a su pequeño de 4 años en una interconsulta neurológica en el Hospital de Ovalle. Tras la revisión, le indicaron que su hijo padecía de Neurofibromatosis 1, un diagnóstico que aventuraba el crecimiento descontrolado de tumores en casi todo el organismo, problemas de aprendizaje, alteraciones del habla y hasta sordera, en algunos casos. Aunque algunos de los síntomas coincidían, decidió llevarlo a una segunda opinión en Santiago, donde le indicaron que era un diagnóstico catastrófico, y que no era efectivo. La madre ahora acusa de negligencia al Hospital de Ovalle.