Puerto Octay se acerca a las 72 horas sin suministro de agua potable, debido a la contaminación del tanque con un hidrocarburo que aún no ha podido ser detectado.
Según explicó la fiscal a cargo de la investigación, Leyla Chaín, las primeras indagatorias hacen presumir que la contaminación del agua fue intencional, ya que debido a la estructura y diseño del estanque en cuestión, se descartó que fuese accidental. "No hay racionamiento de combustible, no hay maquinaria cercana que utilice combustible que haya podido implicar un error", agregó.
Así, en conversación con radio Cooperativa, la persecutora indicó que "lo que más me llama la atención fueron las condiciones en lo que esto funcionaba".
Aseguró que los "estanques que estaban emplazados en un terreno privado, sin ningún tipo de vigilancia, sin un cierre perimetral, sin cámaras, sin guardias, sin personal, sin nada". Respecto del sistema de cloración del agua, precisó que "era muy rudimentario... era una garita con un candado que protegía un tambor de cloro, del que una bomba sacaba por goteo el cloro, pero que no era suficiente y se debía arrojar cloro a granel", sin manejar cantidades exactas.
Dicha tarea, era realizada por trabajadores contratados por una empresa que le presta servicios externos a la Municipalidad, quienes para la fiscal, "hacían estas faenas, sin algún grado de certeza de las cantidades" de cloro.
Por lo anterior, también se descubrió que los problemas con el agua se veían arrastrando hacía mucho tiempo, existiendo denuncias de cambio de color, sabor y olor del agua.
Por último, indicó que la planta no estaba autorizada y tenía sumarios pendientes por el mal funcionamiento.