Eran la principal atracción del Parque Safari de Rancagua, pero ambas terminaron abatidas con un arma de fuego por el propio dueño del recinto.Una denuncia anónima alertó a la policía sobre la muerte de dos leonas del zoológico, que durante tres meses permanecieron enterradas en la propiedad, sin que el hecho fuese informado a las autoridades.