Dos personas murieron al intentar trasladar a un furioso toro que emprendió con todo a su paso en la región de Arica y Parinacota. Un tractor y muchas cuerdas fueron las únicas formas de poder detener el mortal avance del animal fuera de control.
Luego de ser tranquilizado, los dueños del animal de 800 kilos decidieron sacrificarlo para así compensar, de alguna manera, la muerte de los agricultores.
Lugareños de la zona afirmaron que el motivo principal del descontrol de toro sería que una hembra del piño estaría en celo y al intentar cambiarlo de corral, atacó sin control a todo lo que había en su paso.