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Caso Nibaldo: El secreto informe de la PDI que dejó en evidencia a Johanna y Francisco como los asesinos del profesor

En el reporte de la PDI, hasta hoy secreto, estaba el peritaje fotográfico -las imágenes de la escena del crimen que demostraron el plan de Johanna y Francisco para asesinar al profesor y la evidencia de cada uno de sus macabros pasos-.

24Horas.cl Tvn

Jueves 16 de mayo de 2019

Esta es la cronología del crimen, la expresión del caso Nibaldo casi como en primera persona y con imágenes jamás vistas. Ahora, salió a la luz el paso a paso, el elemento clave que ayudó a atrapar a Johanna Hernández y Francisco Silva, protagonistas del homicidio que dejó una huella imborrable en los registros policiales de Chile.

Esta es la primera vez que aparece la imagen del profesor acostado en su cama, somnoliento y a minutos de caer en las manos de sus asesinos. Estaba drogado con una dosis alta de clonazepam. Hernández y Silva entraron hasta la casa del docente en la población Wilson de Villa Alemana.

En la intimidad de su habitación, recibió una certera estocada en el tórax, que le provocó la muerte. Los himicidas limpiaron el lugar, pero sus desprolijidades quedaron en evidencia cuando sólo dieron vuelta el colchón que tenía manchas de sangre.

Los peritos revisaron las chapas y buscaron coincidencias con las llaves de Johanna, pero faltaba algo importante: ir hasta su casa en donde vivió antes de ser detenida. Encontraron la ropa que ocupó el día del asesinato. Sus botas tenían barro: seguramente de cuando fue a esconcer el cuerpo del profesor junto a Silva.

 

Había algo más: su celular con el que se envió mensajes vía WhatsApp con Francisco, sólo momentos antes de perpetrar el ataque contra Nibaldo. Ella había cumplido la primera parte del plan. Su víctima estaba dormida y a merced de sus verdugos.

 

La siguiente fue la conversación nunca antes revelada, donde concertaron el encuentro para acabar con el profesor.

Luego, no hubo contacto telefónico entre ambos hasta dos días después, cuando Johanna simuló una conversación donde supuestamente dice no saber nada de Nibaldo.

 

Pero faltaba obtener evidencias de la casa de Silva: en un allanamiento encontraron su mochila, el banano, los botines y el celular que también fue interceptado.

Afuera de su hogar estaba el vehículo que utilizaron para trasladarse, donde llevaban al cuerpo de la víctima escondido en el maletero, por al menos tres comunas de la región de Valparaíso. Ahí también apareció un anillo de Johanna, el que Silva le había regalado unos meses atrás para pedirle compromiso.

El recorrido de los asesinos de Nibaldo se prolongó por varias horas durante la madrugada del 11 de agosto de 2018. Silva sacó dinero de un cajero automático con la tarjeta del profesor. Luego, se bajó tranquilamente de su auto, donde quedó Johanna y el cuerpo de Villegas. Adentro, compró alguna cosas para seguir con el recorrido y deshacerse de los restos.

Y así avanzaron hasta el sector de Las Docas de Valparaíso, una zona boscosa con pronunciada quebrada. Bajaron por allí, Silva movió el cuerpo que llevaban envuelto en una sábana y unos plásticos.

Seguido de ello, vino el cruel proceso de descuartizamiento en donde aprovecharon sus conocimientos en anatomía, puesto que ambos son paramédicos. Después, hicieron una fogata para hacer desaparecer cualquier tipo de evidencia. Días después, aparecieron lentes, llaves y restos orgánicos.

La pareja fue capturada también gracias a todo este material visual. Regaron la escena del crimen con evidencia que logró recoger la Policía de Investigaciones. Las fotos fijaron cada error de los asesinos.