Al interior de la vivienda derrumbada que provocó la catástrofe en Valparaíso vivía una familia de cinco integrantes, de las cuales dos fallecieron: María Rodríguez de 80 años y su hija Mónica Bruna de 53.
La primera de ellas vivió más de 30 años en el mismo lugar, criando a toda su familia en una casa que jamás quiso abandonar, ya que le gustaba pese al mal estado en el que se encontraba.
Una cercana a la familia reveló tras el accidente que en estos días tenían planeado cambiarse de casa. "Encontraron algo que les acomodaba y el viernes se iban a mudar. No se quería cambiar. todo se prolongó", expresó.
Tras el derrumbe sobrevivieron milagrosamente los hijos de Bruna, Fernanda y Agustín, luego de que una silla de ruedas impidiera que fueran aplastados por un muro.
"Fue increíble que él saliera solo y mi nieta tuvo mucha suerte, yo creo que el espíritu de mi suegra y mi señora tomaron esa silla de rueda y se la dejaron para que el muro no se caiga encima de ella", relató a 24Horas Eduardo Silva, abuelo de los niños sobrevivientes.
Mientras Agustín ya fue dado de alta, Fernanda seguirá internada al menos una semana más, especialmente porque recibirá tratamiento ortopédico por una fractura de tibia.