Un impactante caso de sobrevivencia protagoniza un joven limachino de 23 años. Un accidente escolar en primero básico lo dejó prácticamente con la mitad de su cerebro lo que le impidió continuar con sus estudios. Hoy vive con su abuela y su único sustento es una pensión solidaria de 70 mil pesos que recibe del municipio. Su abuela está desesperada y pide una pensión de invalidez para cuando ella no esté.
Miércoles 4 de diciembre de 2013
