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Ulises Cornejo, padre de Ámbar: "Tiene que caer la mamá (...) Ella es cómplice totalmente"

En entrevista con 24 Horas Central, el ingeniero hace un mea culpa por lo que pudo haber hecho por su hija y no realizó. Cuenta la relación entre ambos y también revela sus últimas conversaciones. Además, da a conocer las responsabilidades que él cree tiene la madre de esta joven, sobre quien asegura que sabía lo que ocurría, y la considera como cómplice de Hugo Bustamante.

24Horas.cl Tvn

Lunes 10 de agosto de 2020

Ulises Cornejo y su hija, Ámbar, hablaron por última vez el día el 28 de julio por teléfono. Justo el día anterior a la desaparición de la adolescente.

Él es un ingeniero de 43 años, radicado en Antofagasta y con quien la menor vivió sólo algunos meses.

En entrevista con Iván Núñez para 24 Horas Central, el profesional reconoce que pudo hacer más para ayudar a su hija, admite su ausencia en los primeros cinco años de su tormentosa vida, hace su mea culpa, pero no sólo eso. Para él, Denisse, la madre de Ámbar, juega un rol más gravitante que el de testigo.

"HABÍAN PLANES DE IRNOS A VIVIR JUNTOS A ANTOFAGASTA"

"Era una relación estrecha. Nosotros hablábamos a diario con Ámbar. Habían planes de irnos a vivir juntos a Antofagasta. No fue rápido porque a ella le costaba dejar a su hermano, a su mamá y a sus amistades acá", comienza relatando Ulises.

 

Consultado si es que estaba al tanto del peligro que vivía la joven compartiendo techo con Hugo Bustamante, principal sospechoso del crimen, asegura que "nunca me lo dijo. Sí sabía que ella no estaba viviendo con la mamá porque no le gustaba el tipo".

 

Sobre el paso de Ámbar por el Sename, pese a que él contaba con las condiciones económicas para mantenerla, reconoce que "en los primeros años de la vida de Ámbar, yo no estuve presente. A la mamá se le murió un tercer hijo, y a ella y a los hermanos los mandaron al Sename (...) Como a los cinco años de Ámbar lo supe".

Si es que tuvo la intención de llevársela a vivir con él, explicó que "al comienzo eran las vacaciones de verano, vacaciones de invierno, ella se iba a pasar conmigo a Antofagasta. Posterior a eso me vine a vivir a Villa Alemana para acercarme a mi hija. El 2012 el tribunal me la entrega por un problema que había tenido con la pareja de ella, el papá del hermano de Ámbar".

Añade sobre lo anterior que el tribunal "me la entrega por tres meses, y al final estuvo como cinco meses conmigo. Después de eso ella la recupera porque cumplía las condiciones y requisitos que le pedía a el tribunal. Después, por temas de pega, me tuve que devolver a Antofagasta y ella seguía viajando".

 

"ÁMBAR SIEMPRE ME REPROCHÓ QUE YO LA QUERÍA SEPARAR DE SU MAMÁ, LO CUAL ERA CIERTO"

Ulises asegura que sobre esos viajes que "en confabulación con la abuela materna de Ámbar, la idea era que Ámbar se quedara en Antofagasta conmigo mediante tribunales, mediante todo. De esto se enteró la mamá y también lo supo Ámbar, y de ahí la mamá no la envió nunca más conmigo (...) Ámbar siempre me reprochó que yo la quería separar de su mamá, lo cual era cierto".

En cuanto a su relación con la madre de su hija, Cornejo señala que "no hay relación, nunca hubo relación. Hubo una relación inicial, pero ella es una persona agresiva, muy volátil, que no permite ni siquiera conversar por teléfono con ella".

 

Al recordar la desaparición de Ámbar, el padre cuenta que "supe el día 31 de julio cuando fui a pedir explicaciones personales a la mamá. Llegando del norte la llamé, y ella la respuesta que tuvo fue 'la Ámbar siempre lo hace, debe estar carretiando, debe estar por ahí'. Puede ser, pero no así que una niña deje su teléfono. El teléfono de ella era nuevo y tenía plan, yo le pagaba un plan".

Este hombre se hace una autocrítica, y se reprocha "habérmela traído apenas dejó a la mamá, habérmela traído sin haberle preguntado. Haber sido más autoritario en ese aspecto".

SOBRE LA MADRE DE ÁMBAR: "ELLA SIEMPRE LA NEGÓ"

Otro aspecto que recalca Ulises Cornejo es que con Ámbar "nosotros hablábamos siempre, sobre todo cuando yo le depositaba el dinero ella me decía 'papá, avísame para que mi mamá no se lo gaste'. Siempre decía que se lo podía gastar o entregarle menos".

Pese a la desaparición de su hija, este padre siempre confió en que reaparecería: "Siempre estuvo la esperanza, pero ya al día siguiente ya no contestaba el celular, y entonces llamé a la mamá y ella me dijo que no era primera vez que lo hacía y que ella iba a aparecer".

 

Sobre el papel que jugó la madre de Ámbar, Cornejo es categórico: "No, no es víctima. Ella es cómplice totalmente, 100% cómplice. Ella siempre la negó". Para ejemplificar, cuenta que "cuando yo venía viajando, quise ir a verla inmediatamente a Limache y ella no me dio la dirección, nunca quiso hablar conmigo personalmente de la desaparición (...) Con Carabineros nos fuimos a esperarla a la casa donde vivía, a la casa del maldito éste. La llamé una y otra vez y no me contestó nunca más".

 

ÁMBAR ERA "MUY AMISTOSA, MUY DE PIEL (...) ELLA QUERÍA SER PDI"

Al pensar qué hubiera hecho distinto, el hombre afirma que "debí haber sido más proactivo como padre. El 2012 cuando el tribunal me la entregó y después la devolvió, según tribunales, y no me estoy justificando, pero según tribunales la mamá está primero". Respecto al paso de su hija por el Sename, indica que "cuando ella nació, la mamá se fue de la casa con la Ámbar, y yo ahí decidí irme al norte y ahí perdí contacto".

¿Cómo era Ámbar? "Ella era muy amistosa, muy de piel. Muy cariñosa e inteligente, al máximo. Ella quería ser PDI". Si es que le contaba sobre sus temores y problemas, Ulises recuerda que "superficialmente me los contaba, pero siempre me decía que estaba bien".

Finalmente, al señalar los pasos que piensa seguir ahora, este hombre no duda: "Tiene que caer la mamá, y si es que no la familia de este tipo. Todos en esa casa, esa casa es muy chica, el terreno es chiquito. Imposible que no hayan visto nada. No sé qué pasa por la cabeza de esa mujer, pero ella sabía".