Frente a la llegada de un segundo sistema frontal, en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar ya se preparan para el invierno, por segundo año consecutivo implementaron una unidad de emergencia diferida para atender a todos esos pacientes que no son de gravedad. Todo esto en contraste con lo que ocurre en los consultorios municipales, donde médicos se mantienen paralizados desde el viernes. Exigen un bono de permanencia como incentivo para evitar fugas hacia el sistema privado de salud.