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A 15 años del 27F: Escuela de Tomé sigue funcionando en contenedores que ahora presentan múltiples fallas

Cerca de 150 alumnos siguen recibiendo clases en establecimientos modulares en la Escuela de Cocholgue, lo que provocó protestas vecinales.

24horas.cl

Martes 21 de octubre de 2025

La Escuela de Cocholgue fue reubicada en contenedores sobre el acceso principal de la histórica caleta de pescadores, luego de que su antiguo inmueble resultara dañado por el terremoto de 2010. En su momento, fue una de las últimas escuelas modulares en habilitarse, recibiendo a alumnos que, en gran parte, vivían en carpas.

Sonia Méndez, quien presidía el Centro de Padres en 2010 y que hoy, 15 años después, vuelve a liderar la entidad, expresó su profunda frustración:

“Tengo sentimientos muy encontrados porque durante 15 años la comunidad de Cocholgue ha esperado con paciencia. Creo que es una falta de respeto hacia los niños porque ya no podemos continuar en estas condiciones”.

Deterioro crítico y condiciones insalubres

La infraestructura provisional presenta notorios deterioros que comprometen la seguridad y salubridad de los alumnos. Apoderados denunciaron que la precariedad de estos contenedores del 27F va más allá de la incomodidad.

Iva Iturriaga, apoderada de la escuela, detalló las fallas: “Ya los fierros están todos oxidados, el piso está cediendo en algunas salas. A la salita de sexto año se le hicieron hoyos”.

Por su parte, Belén Solís expuso la crítica situación de los servicios sanitarios: “Este es un baño dentro de un contenedor por lo que tiene muchas filtraciones, lo han venido a arreglar una y otra vez, por ende de ve el óxido que tiene. El olor a orina, no sé si ustedes lo sienten porque esto ya no da más. Imagínese que esto era para 5 años y llevamos 15 años utilizando los mismos baños”.

El temor al cierre y la defensa de la identidad local

La principal preocupación de los apoderados, que motivó la reciente protesta en Tomé, es que la situación derive en el cierre de la escuela y la redistribución de sus alumnos cuando el Servicio Local de Educación Las Caletas se haga cargo en 2029. Para la gente de Cocholgue, este no es solo un edificio, sino un pilar de su identidad.

Rosa Moscoso, exalumna y apoderada, defendió el vínculo comunitario: “Mis hijas se criaron en el colegio de Cocholgue, y este es el colegio de Cocholgue, porque nosotros no hemos perdido la identidad”.

El alcalde de Tomé, Ítalo Cáceres, aseguró que la municipalidad está trabajando para dar respuesta: “Entendemos la preocupación de los vecinos, nosotros nos podemos de parte de los vecinos. Este alcalde ha hecho los esfuerzos necesarios para poder avanzar en la definición. En concreto tener ya escuelas definitivas por parte de la comunidad”.

Actualmente, falta evaluar un terreno adecuado, pues la ubicación actual del establecimiento modular no permite su permanencia.

Un problema extendido: 14 establecimientos modulares en el Biobío

Lamentablemente, la problemática de la Escuela de Cocholgue no es un caso aislado. El seremi de Educación Biobío, Carlos Benedetti, indicó que las cicatrices del 27F siguen presentes en la región: “Existen 14 establecimientos modulares en distintas comunas de la región del Biobío, de los cuales 3 hoy día están avanzando en etapa de diseño”. Otras 3 desarrollaron obras.

Esto implica que, además del caso de Tomé, alumnos de otras ocho escuelas en el Biobío continúan recibiendo clases bajo condiciones similares a las denunciadas en Cocholgue, a 15 años de la catástrofe que originó la emergencia.

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