24horas.cl tuvo acceso a una realidad dramática e indignante. Hace dos décadas, durante cada temporal, vecinos y vecinas del Parque Central deben custodiar las puertas de sus casas. Las aguas lluvias, mezcladas con aguas servidas, ingresan por la entrada principal, el garaje y el patio.
Los principales pasajes afectados son Los Petreles y Horneros, en la comuna de Hualpén, región del Biobío. Ambos canalizan sus aguas al estero Las Perdices.
"Vivo en el pasaje hace 16 años. Nos hemos inundado unas siete veces, o quizás más", recuerda Fernando Roa, profesor de 56 años.
"Creo que me he inundado cuatro o cinco veces, no recuerdo bien", dice Magaly Merino, enfermera de 60, quien vive en Los Petreles hace 27 años.
Oscar Cravero (70), jubilado, llegó hace dos años al mismo pasaje. Nadie le advirtió sobre las constantes anegaciones. "Cuando llegamos a la casa y llegó el invierno, ahí nos dimos cuenta", recuerda.
El sistema frontal que azotó a la región del Biobío durante el fin de semana del 14 y 15 de junio fue distinto. Esta vez, el agua no solo cubrió ambos pasajes, sino también los sectores colindantes y la calle principal, Los Faisanes.
"Fue la más fuerte, porque entró más cantidad de agua y cubrió toda nuestra casa: comedor, baño, todas las piezas de abajo, la cocina, todo", relata Fernando Roa.
"Nos entró el agua unos 50 centímetros y no pudimos prevenir nada, porque estábamos durmiendo. Perdimos alfombras, el dispensador de comida de nuestros gatitos, que son nuestros hijos, un mueble, alimentos, útiles de aseo", agrega Magaly.
Maximiliano Barril, otro vecino, perdió electrodomésticos y materiales de su emprendimiento en cuero, incluida una máquina láser de grabados.
Al día siguiente
Barro, basura y aguas contaminadas ingresaron a las viviendas. Quienes alcanzaron a reaccionar, levantaron muebles, alfombras y electrodomésticos para evitar que se arruinaran.
"Mi marido ideó un sistema para poner refrigeradores y lavadoras sobre plataformas, eso evitó que se echaran a perder", relata Magaly. "Cuando una vecina nos despertó, él empezó a sacar el agua por la ventana. Era impresionante cómo entraba por las puertas. Es mucha la impotencia y la depresión que da al ver todas tus cosas sucias, con aguas servidas".
La esposa de Oscar, asmática, debió trasladarse a casa de su hijo debido a la humedad: "Tuve que hacer lo que se pudiera, y luego limpiar una vez que bajó el agua. Se encontraba todo lleno de barro, agua sucia y basura".
Tras cada inundación, el municipio entrega kits de limpieza que incluyen paños, cloro y otros insumos. Sin embargo, los vecinos reclaman la ausencia de ayuda para desinfectar adecuadamente sus hogares.
"No nos han ayudado a desinfectar. Hubo personal que trajo útiles de limpieza, pero nada más. Solicitamos carbón para secar el piso y deshumedecer. Tuvimos muchas pérdidas", dice Fernando.
El municipio también aplicó encuestas para cuantificar los daños. "El día siguiente se acercaron trabajadoras sociales para levantar la información", recuerda Fernando. Magaly, en cambio, vivió otra situación: "Recién el lunes vino una asistente social, porque una vecina hizo el requerimiento. Ahí me inscribieron para recibir ayuda".
Las respuestas
Desde la Municipalidad de Hualpén, el alcalde Miguel Rivera asegura que se llevaron a cabo labores preventivas y reactivas durante el temporal del 14 y 15 de junio. "En algún momento la lluvia fue incontrolable, hubo un colapso generalizado. Los equipos no daban abasto", explica.
El municipio estima que cerca de 110 viviendas resultaron afectadas. Rivera confirma también la presencia de trabajadoras sociales en terreno, para elaborar informes y levantar necesidades materiales.
Respecto a la desinfección, el jefe comunal señala que "las casas son espacios privados y no podemos ingresar". No obstante, dice que sí se podrían realizar esas labores si alguien lo solicita.
Una de las mayores preocupaciones de los vecinos es la presencia de aguas servidas. Desde Essbio, la empresa sanitaria que opera en la zona, explican que sus redes están diseñadas únicamente para conducir aguas servidas. Cuando las lluvias se infiltran en los colectores, estos colapsan.
“Ante sistemas frontales como el de ese fin de semana, suelen infiltrarse agua lluvias en nuestros colectores, los cuales no están diseñados para recibir este volumen de agua, ni tampoco es su responsabilidad transportarlas, generándose eventualmente rebases en la vía pública”, explica Cristián Cepeda, subgerente zonal de Essbio.
El alcalde también criticó la demora en declarar Alerta Roja por parte de la Delegación Presidencial y Senapred, lo que ocurrió recién en la madrugada del domingo. "Ante una emergencia se necesita accionar rápidamente, pero eso requiere coordinación con otros estamentos del Estado", sostiene.
Las soluciones
La problemática no es nueva. "En el Parque Central tenemos un problema heredado. Pueden pasar diez alcaldes y, si no hay voluntad, no se va a solucionar", afirma el alcalde.
Betzabé Vidal, presidenta de la Junta de Vecinos nº 59 de Parque Central, explica que hay otras zonas que se inundan en el sector, como la calle Las Palomas, donde está ubicado el terminal de microbuses de la línea Nueva Sol Yet.
Algunos vecinos no recuerdan limpiezas recientes, pero tanto la dirigenta como el municipio aseguran que sí se realizaron. "Los canales de aguas lluvias (Las Perdices), justo detrás de El Horneo y Los Petreles, se limpiaron tres días antes del temporal", dice Vidal.
Las autoridades indican que el problema se encuentra en las redes primarias y secundarias del sector. Las secundarias —encargadas de recoger el agua y conducirla a los colectores— están bajo responsabilidad del Serviu Biobío.
Todos los actores coinciden en que la solución estructural sería construir una planta elevadora de aguas lluvias. Sin embargo, la licitación realizada en 2024 fue declarada desierta debido a que los costos superaban el presupuesto.
“Hoy día estamos en la etapa de reevaluación de fichas de inversión. Y una vez que obtengamos la reevaluación, volveríamos nuevamente a licitar y eso sería durante el 2026”, explica Felipe Salazar, jefe técnico del Serviu. El proyecto bordea las 40.000 UF, es decir, cerca de 1.500 millones de pesos.
De forma paralela, el Ministerio de Obras Públicas trabaja en un proyecto en el sector La Vega, que contempla mejoras al canal Las Perdices, lo que también contribuiría al drenaje del área afectada, explican dese la Dirección de Obras Públicas de la entidad.
"Nunca se ha dado una solución. Esto fácil debe tener unos diez años o más. Hay demasiada burocracia. Se pasan la pelota unos a otros", lamenta Betzabé Vidal.
"El tema nunca se va a solucionar porque es de ingeniería. Cuando se hizo la población Valle Santa María, todo el canal debía evacuar en un tubito. ¡Imagínate quién habrá dado ese permiso!", agrega.
Mientras la planta elevadora sigue en espera, el Serviu tiene programadas limpiezas de redes secundarias en Hualpén, Talcahuano y Los Ángeles. Las obras incluyen mantención, reparación o reconstrucción de sumideros, colectores, cámaras de inspección y pavimentos. La empresa Isal Ingeniería se adjudicó más de $104 millones para ejecutar estas labores.
"Generalmente, las mantenciones se hacen en verano, entre noviembre y marzo", detallan desde la entidad.
El tiempo sigue pasando sin una solución definitiva. "Los procesos son demasiado largos. Queremos ver la posibilidad de acortarlos", plantea el alcalde Rivera.
Algunos vecinos evalúan acciones legales. En 2017, se interpuso una demanda contra el Serviu y el MOP, pero esta fue abandonada por los demandantes.
“Respecto de la causa interpuesta en 2017, en contra de nuestro Servicio, podemos declarar que fue terminada por abandono de procedimiento por parte del recurrente, medida confirmada por la Ilustre Corte de Apelaciones de Concepción, a solicitud del Consejo de Defensa del Estado, el 2019”, explica María Beatriz Zerega, jefa jurídica del Serviu.
"Lo más importante es buscar una solución definitiva", concluye el alcalde: "Pero si los vecinos quieren emprender acciones, estamos disponibles para prestar ayuda jurídica".