El proceso de reconstrucción habitacional en la región del Biobío, iniciado tras la destrucción provocada por el megaincendio forestal de 2023, proyecta el término de sus obras para el primer trimestre del próximo año. Según las estimaciones oficiales, para esa fecha debieran estar concluidas las cerca de 750 viviendas que resultaron siniestradas en la zona.
Esta semana, otras dos familias de la comuna de Santa Juana, la localidad más golpeada por la catástrofe, recibieron sus inmuebles. Las nuevas estructuras cuentan con una superficie de 80 metros cuadrados, distribuidos en tres dormitorios, cocina, baño y living-comedor, con una inversión que bordea los 65 millones de pesos por unidad.
El estado de avance en la zona
Actualmente, de las 747 familias afectadas en el Biobío que cumplen con los requisitos para obtener el beneficio estatal, el 80 por ciento ya ha recibido una vivienda definitiva de características similares a las entregadas recientemente.
María Luz Gajardo, directora del Serviu Biobío, confirmó los plazos de entrega para los casos restantes: “El primer trimestre del próximo año todas las familias que fueron afectadas y que por cierto cumplían con los requisitos generales para obtener una vivienda, van a estar ya viviendo en su vivienda. Hoy día todas ellas están atendidas”.
Desafíos y lecciones en la gestión de la emergencia
A casi tres años del siniestro, la demora en la reposición de los inmuebles tras los incendios forestales ha generado diversas evaluaciones tanto en los beneficiarios como en los organismos técnicos. Para las familias, la espera ha estado marcada por la incertidumbre, tal como lo relató Yolanda Valdebenito, cuya madre perdió su hogar en la catástrofe: “Como ya pasó tanto tiempo yo estaba perdiendo las esperanzas de que a mi mamá le hicieran casa, cuando de repente llegaron”.
Por su parte, la gestión de la reconstrucción ha dejado aprendizajes en materia de plazos administrativos. Desde el Serviu señalaron la necesidad de optimizar las facultades de otros organismos para agilizar el avance de las obras.
“Hay que conversar de las facultades, por ejemplo, de la Autoridad Sanitaria. Cómo flexibilizamos las exigencias sanitarias, por cierto, cumpliéndolas, pero teniendo normas y tiempos más acotados y más flexibles”, sostuvo Gajardo.
En la misma línea, el alcalde de Santa Juana, Ángel Castro, destacó la importancia del trabajo intersectorial para concretar la entrega de los proyectos. “La Seremi de Salud también es parte de los procesos. Hemos estado hablando con ellos cómo agilizar temas y el Municipio también colabora en las recepciones municipales. Es un trabajo en equipo y que hoy día nos alegra mucho el poder estar entregando estas viviendas”, concluyó el jefe comunal.