El Juzgado de Garantía de Rancagua dictó este martes 9 de diciembre la sentencia contra los cinco involucrados en el robo con intimidación perpetrado contra la sucursal de la empresa de transportes de valores Brinks, un ilícito que tuvo lugar en agosto del año pasado en la comuna.
El millonario asalto, donde se sustrajeron más de once mil millones de pesos en efectivo, culminó con condenas que van desde los 4 años y un día de presidio hasta penas sustituidas por libertad vigilada intensiva.
Condenas para los autores del robo con intimidación
El magistrado Gonzalo Celedón Bulnes acogió las penas propuestas por el Ministerio Público tras un procedimiento abreviado.
La sentencia más alta recayó sobre Alexis Hernán Narbona Gómez, condenado a la pena de 4 años y un día de presidio, en calidad de autor del delito consumado de robo con intimidación. Este individuo se benefició con la libertad vigilada intensiva por igual lapso.
Por su parte, el tribunal condenó a Pedro Mauricio Espinoza Olivares a 3 años y un día de presidio, sustituida por la libertad vigilada intensiva por el mismo período, también como autor del robo con intimidación.
Penas por robo y tenencia ilegal de arma
En el caso de Sebastián Alexis Espinoza Ríos, el Juzgado de Garantía de Rancagua impuso dos penas. Por el robo con intimidación recibió 3 años y un día de presidio, y por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego se le aplicaron 541 días de reclusión. Ambas penas fueron sustituidas por la libertad vigilada intensiva por un total de 3 años y 502 días.
A todos los sentenciados anteriormente mencionados se les sumaron las accesorias legales de inhabilitación absoluta de ejercer cargos u oficios públicos mientras dure la condena y la inhabilitación perpetua de derechos políticos.
Encubrimiento y asociación criminal en el asalto
La sentencia también alcanzó a Camila Aurora Cerda Silva y Eleuteria del Carmen Llancapán Lobos, quienes resultaron condenadas a dos años y 541 días de presidio. Ellas fueron consideradas encubridoras del delito consumado de robo con intimidación y autoras de asociación criminal. Sus penas fueron conmutadas por la libertad vigilada intensiva por el término de 2 años y 541 días.
Según el requerimiento fiscal, los cinco condenados formaban parte de una asociación criminal que planificó y coordinó el robo Brinks Rancagua.
“Esto permitió establecer que una organización compuesta por varios sujetos planificó un robo en la sucursal de Brinks en Rancagua. Tenían conocimiento de la manera de operar de la empresa, el personal que poseía, se contactaron con una cajera del lugar para planificar el robo, se asociaron con Camila Cerda y Eleuteria Llancapán para ocultar parte de lo obtenido tras el delito, y con Pedro y Sebastián Espinoza para que facilitaran un vehículo y ayudaran en el proceso de huida del lugar junto con sacar a los autores ejecutores del sitio de los hechos y trasladarlos para su escape. Además, de ocultar un vehículo y un arma de fuego que se utilizó”, consigna la resolución.
El texto judicial añade que Narbona Gómez colaboró con la ejecución del robo, facilitando un vehículo para el escape, el cual sufrió un desperfecto, lo que permitió la detención de quienes huían.
Medidas cautelares y destino de especies incautadas
En lo que respecta a las condenas sustitutivas por libertad vigilada intensiva, los sentenciados deberán presentarse en el Centro de Reinserción Social de Gendarmería y someterse a control y a un plan de intervención individual, además de cumplir con un programa formativo.
Adicionalmente, el tribunal dispuso la toma de muestras biológicas de los condenados una vez que el fallo quede ejecutoriado, para su inclusión en el registro nacional de ADN. También se decretó el comiso de la camioneta y otras especies incautadas a los condenados por el robo Brinks Rancagua.
Finalmente, en la misma audiencia, el magistrado Gonzalo Celedón revisó las medidas cautelares de los coimputados Sergio Millar Aniñir, Mauricio Saavedra Castillo y Doris Rosales Reinoso. El tribunal resolvió mantenerlos en prisión preventiva por constituir su eventual libertad un peligro para la seguridad de la sociedad.
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