Plaza Italia se ha convertido en el principal punto de encuentro de las manifestaciones desde el 18 de octubre, desde el inicio de las protestas y durante más de cuatro meses las y los vecinos del sector han tenido que vivir entre gases lacrimógenos, barricadas y represión policial.
"O llegas aquí a las 3 de la tarde, 4 de la tarde y te encierras, o llegas después de las 10 de la noche, ya donde se ha calmado todo el entorno", relata uno de los vecinos.
Muchos han decidido simplemente abandonar sus viviendas, en tanto quienes arriendan han tenido que disminuir los precios para evitar que sus inquilinos se marchen del lugar. "Nuestra vida cambió al 100%, yo me siento secuestrada en el edificio", relató otra habitante que prefiere mantener su identidad en secreto.
"Uno espera que de parte de las autoridades haya mayor capacidad para movilizar esto, de negociarlo", contó otra vecina, que también hizo un llamado a la unidad entre propietarios: "estemos comunicados, apoyémonos, veamos cómo va el día a día".
Sin embargo, la mayoría de los habitantes está de acuerdo con las demandas sociales. "Muchas veces nosotros tenemos que hacer sacrificios en pos de conseguir las demandas que anhelamos", sostuvo uno de ellos, y hacen un llamado a la empatía para poder vivir tranquilos en sus propios barrios.