Este fin de semana la actriz nacional Li Fridman compartió en sus redes sociales cómo ha sido su experiencia viviendo con alopecia, diagnóstico que recibió ya de adulta.
“Tengo alopecia, pero no es tan terrible. Hay muchos casos en que es reversible y es ese mi caso. Uno se asusta y piensa que vas a quedar pelada, que es terrible, pero en el centro me sentí súper bien con la información y me dieron tranquilidad. Rápidamente, pude entender que no era tan terrible", contó respecto a su situación recientemente a Página 7.
La caída del cabello dejó de ser un tema exclusivo de los hombres. Hoy, la alopecia femenina se ha convertido en una consulta frecuente en centros médicos y dermatológicos. Las cifras hablan por sí solas: se estima que en 2025, el 50% de las mujeres entre 40 y 60 años presentará algún grado de pérdida capilar, e incluso cada vez más mujeres jóvenes, entre 20 y 30 años, consultan por síntomas.
“La alopecia es una pérdida patológica del cabello. En las mujeres suele tener un componente multifactorial, por lo que lo más importante es determinar la causa específica que la está generando”, explica la doctora Sofía Viaux, directora del área de investigación de Clínica Témpora.
¿Qué la provoca?
No hay una única causa. La especialista señala que puede estar asociada a factores genéticos, hormonales, inmunológicos o nutricionales, por lo que el diagnóstico requiere una evaluación tricológica (tricoscopia), exámenes de laboratorio y, en algunos casos, biopsia del cuero cabelludo.
La forma más común es la alopecia androgénica, que también afecta a hombres, pero de manera diferente:
“En los hombres, suele presentarse en la parte superior del cuero cabelludo, dejando zonas completamente sin pelo. En las mujeres, en cambio, se observa un adelgazamiento difuso, sin áreas totalmente despobladas. Además, en ellas, tiende a manifestarse tras la menopausia, aunque puede aparecer antes”, explica la doctora.
¿Tiene tratamiento?
Sí, y debe ser personalizado.
- En casos de alopecia androgénica femenina, se utilizan tratamientos antiandrogénicos combinados con minoxidil, que estimula el crecimiento del pelo.
- Cuando la causa es deficitaria (como anemia, hipotiroidismo o déficit de vitaminas), se corrige la condición subyacente.
- Para casos autoinmunes, se emplean inmunosupresores.
“El tratamiento correcto depende del diagnóstico. No todos los tipos de alopecia se abordan igual, y automedicarse puede empeorar el cuadro”, advierte la Dra. Viaux.
¿Se puede prevenir?
Cuando la alopecia tiene origen genético, no se puede evitar su aparición, pero sí es posible ralentizar su progresión a través de un estilo de vida saludable y tratamientos farmacológicos.
“No existen medicamentos ni vitaminas que prevengan la aparición de la alopecia. Los tratamientos están enfocados en manejar el problema una vez que ya existe”, señala la especialista.
La recomendación es clara: consultar precozmente y con un especialista. Con un diagnóstico certero, hoy es posible tratar y mejorar significativamente la salud capilar femenina, un aspecto que va mucho más allá de la estética: toca directamente la identidad, la seguridad y la calidad de vida de las mujeres.