Parece una reacción mecánica. Apenas comienza a correr la cuenta atrás para la Teletón, nos sobrecoge una ola de recuerdos de las ediciones pasadas. Es un estímulo casi automático que, sinceramente, ni podemos ni queremos evitar, pues los  'buenos' momentos están para revivirlos.

Así que, dejándonos llevar por esta corriente de emociones, hemos desembocado en la historia de Adrián Martín Vega; el niño que erizó el vello de quien lo escuchó e hizo llorar al Estadio Nacional y a todos los que seguían el evento desde su casa. Es decir, a todo Chile.

Tenía 10 años cuando llegó a nuestro país con su ejemplo de lucha, superación y fuerza. Y su voz. El talento de este malagueño (gentilicio de los que viven en Málaga, ciudad al sur de España) sorprendió a su familia cuando tenía tres años. Aún no pronunciaba correctamente, aunque entonaba a la perfección. Pero su infancia no sólo está marcada por la música, sino también por los hospitales.

Adrián tiene hidrocefalia y una malformación congénita. Antes de los diez tiernos años ya había pasado 15 veces por un quirófano. Pero su pasión es la música y ni él ni su familia estaban dispuestos a apartarse de esa senda.

La primera vez que se puso delante de una cámara fue en el concurso de talentos "Mamá quiero ser artista", donde quedó en primer lugar.

Después, pisó los estudios del programa "Levántate" de Telecinco (España); etapa que estuvo precedida por un éxito en la red. Una grabación de él y su hermana Sonia cantando "Qué bonito" de Rosario Flores se convirtió en todo un 'viral', con más de cinco millones de reproducciones en YouTube.

Su popularidad iba en aumento y sus sueños se cumplían. Estaba siendo artista. Pero a la historia aún le faltan ingredientes.

Como todo niño, Adrián tiene ídolos a quien anhelaba conocer. Y lo consiguió y lo superó. No sólo cantó con Rosario Flores e India Martínez, dos de sus artistas favoritas, sino que participaron en su primer álbum "Lleno de vida". 14 temas compartidos con otros grandes de la canción como Niña Pastori, Pitingo, José Mercé, Estrella Morente, y con el que consiguió ser disco de oro y estar nominado para los Grammy Latinos el pasado 17 de noviembre.

Y no dejen de leer, porque aún falta un elemento más a la historia de coraje y superación de Adrián. La malformación que padece (además de la hidrocefalia) está en las manos, y mírenlo tocando la caja.

Con historias como la de Adrián es fácil entender por qué merece la pena dejarnos invadir por esa ola nostálgica para rememorar grandes momentos de la Teletón. Recuerdos que, en este caso, nos contagian de la alegría y las ganas de vivir del pequeño cantante, quien no está dispuestos a dejarse abatir ni abandonar sus sueños, pese a sus discapacidades.