Los padres de Guadalupe la esperaban con ansias, pero en la ecografía de los tres meses se dieron cuenta que venía sin sus manos y pies, lo que hizo que les cambiara el mundo.
Cuando la pequeña nació la llevaron a los mejores doctores y le hicieron todos los exámenes hasta que les dijeron que lo mejor para ella era la Teletón.
Desde sus primeros meses de vida Guadalupe está en el instituto y gracias a eso ha sido una niña completamente normal y aunque no le gustaban sus prótesis en un principio, hoy es una niña feliz e integrada.
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