Lejana se ve esa imagen feliz del equipo de Facebook comandado por Mark Zuckerberg, al momento de salir a la bolsa el pasado mes de mayo. Ha sido tal la desvalorización de las acciones de la red social que han decidido no vender más en los próximos doce meses.
La decisión fue presentada ante la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU., un día después del gran fiasco que significó que las acciones alcanzaran un nuevo mínimo histórico: 17,55 dólares cada una, por debajo de la barrera psicológica de los 18 dólares.
Con esta acción, Zuckerberg pretende reducir la cantidad de acciones disponibles en el mercado y se suma al anuncio de dos de sus directivos, Marc Andreessen y Donald Graham, que solo venderán las acciones necesarias para pagar los impuestos.
La red social más popular del mundo, con 900 millones de usuarios, no ha podido llevar sus buenos réditos en el plano digital al ámbito accionarial, y tendrá que desembolsar cerca de 1.900 millones de dólares para mantener la acciones fuera del mercado.
La decisión fue acogida por optimismo con los mercados inicialmente.