Google no lo pasa bien en Europa.
Mientras se efectúa su conferencia anual de desarrolladores Google I/O 2013 en Estados Unidos, el gigante informático se enfrentó el jueves a airadas preguntas de legisladores británicos, que investigan sus asuntos fiscales y si el año pasado, cuando testificó en el Parlamento, entregó información engañosa.
El jefe de Google para el norte de Europa, Matt Brittin, volvió a presentarse ante el Comité de Cuentas Públicas del Parlamento luego que una investigación de Reuters mostró que la compañía empleó a personal en puestos de ventas en Londres, pese a que había dicho al comité en noviembre que sus empleados no vendían a clientes en Reino Unido.
Brittin dijo que la compañía estaba siendo ya investigada por la autoridad fiscal británica en relación con los precios de transferencia por el cobro de servicios entre Google del Reino Unido y otras compañías del gigante de internet. El ejecutivo dijo que creía que la empresa cumplió con la legislación fiscal británica a cabalidad.
También negó repetidamente haber engañado al Parlamento en noviembre, pero añadió que Google del Reino Unido estaba vendiendo más de lo que había dicho.
En noviembre, la empresa había dicho que "nadie (en Reino Unido) está vendiendo" y que Google Irlanda era la parte que contrataba las ventas en Reino Unido, y que el personal de la filial sólo estaba involucrado en actividades de promoción.
La estructura permite a Google no declarar la mayoría de los ingresos que tiene a partir de ventas británicas, dado que Google Irlanda envía la mayoría de sus ingresos a una filial en Bermudas.
Brittin dijo el jueves: "El equipo en Reino Unido está vendiendo, pero no está cerrando (las ventas)". Miembros del Parlamento dijeron que la estrategia es un engaño deliberado.
La presidenta del Comité, Margaret Hodge, dijo que Google no estaba cumpliendo con su consigna de "no hacer mal". "Lo hicieron mal" ocultando los ingresos en Reino Unido al fisco, dijo.
La evasión de impuestos corporativos se ha convertido en un asunto importante en Reino Unido, donde existe preocupación por un incremento de la deuda del Gobierno y los legisladores acusan a la autoridad fiscal británica de tratar con guante blanco a las grandes corporaciones.
De 2006 a 2011, Google generó ingresos por 18.000 millones de dólares de Reino Unido, según sus documentos, y pagó 16 millones de dólares en impuestos.
Google es una de las varias compañías, entre ellas Apple, Microsoft, Starbucks y Amazon.com, cuyos asuntos fiscales se han puesto en duda.