Según los científicos, la evolución del ser humano continúa permanentemente por lo que, aunque no lo notemos, nuestro aspecto cambia e irá cambiando en el futuro.
Es por eso que se proyecta que las personas, probablemente en miles de años más, lucirán muy distintas a como lo hacen en la actualidad, adaptando sus características físicas a las circunstancias, medio ambiente y hábitos que van teniendo a lo largo de los años.
Un reportaje publicado por el diario Clarín de Argentina reunió opiniones de distintos expertos sobre cómo cambiaría el aspecto de las personas en las próximas generaciones, coincidiendo principalmente en varios aspectos.
Por ejemplo, Paul Palmqvist, profesor de Paleontología del Departamento de Ecología y Geología, de la Universidad de Málaga, afirma que, según la tendencia histórica, debería reducirse el tamaño de la cara, pero no así el del cráneo, además de mantener un aspecto juvenil por más tiempo.
"Si nuestro cráneo continúa evolucionando, lo previsible sería que continuase con esa juvenilización en las proporciones craneales, lo que llevaría a una cara más reducida, con órbitas oculares proporcionalmente mayores, un mentón de menores dimensiones y una bóveda craneal más globular y desarrollada. Eso sería lo esperable si continúa un proceso que se conoce como neotenia, que quiere decir alcanzar el estado adulto reteniendo características juveniles", aseguró.
Por su parte, Antonio Rosas, profesor del Departamento de Paleobiología del Museo Natural de Ciencias del CSIC de Madrid, coincide en que la mandíbula debería achicarse, tendencia que se ha mantenido desde el origen del ser humano.
"Desde un punto de vista esquelético, posiblemente la reducción de la mandíbula seguirá sucediendo, como desde hace dos millones de años. Eso cambiará el aspecto, en unos más y en otros menos, lo que contribuirá a una mayor variabilidad entre los humanos y, de ese modo, a más posibilidades de individualización", afrimó.
Estos cambios en el rostro también generarían modificaciones físicas en las personas, ya que para que las mujeres puedan parir seres humanos con el cráneo más grande, deberían adaptar su pelvis para ello, pero eso solo son hipótesis que podrán comprobar las próximas generaciones.
Así se vería:
Lo cierto es que el ser humano está cambiando su aspecto y evolucionando permanentemente, pero como aún no podemos palpar los cambios y como no seremos testigos de cómo lucirá en miles de años más, te invitamos a pinchar aquí y ver unas ilustraciones de cómo se vería si los cambios pronosticados efectivamente se concretan e imágenes de los antepasados.