Click acá para ir directamente al contenido

Científicos realizan increíble descubrimiento: hay una cadenas de montañas bajo la corteza de la Tierra

El hallazgo fue realizado con ayuda de los registros de las ondas sísmicas del terremoto que azotó Bolivia en 1994.

24Horas.cl Tvn

© AFP

Viernes 15 de febrero de 2019

Durante 300 mil años el hombre ha tratado de descubrir los misterios que esconde nuestro planeta, pero aún no han podido encontrar nada concreto. Es por ello que los científicos siguen buscando respuestas y esta vez la encontraron donde menos pensaban, la formación de capas al interior de la tierra.

Según indicó la revista Science, un equipo liderado por los geofísicos de la Universidad de Princeton, Jessica Irving y Wendo Wu descubrieron la existencia de una capa a 660 kilómetros de profundidad y este sería similar a las cadenas montañosas que hay en la superficie.

El descubrimiento fue realizado después de comenzar el rastreo de ondas de un terremoto ocurrido en Bolivia. Los especialistas internacionales señalan que la capa se encuentra al límite que separa el manto inferior del superior.

 

Hasta el momento los científicos no quisieron bautizar su descubrimiento y decidieron llamarlo según su ubicación, "el límite de 660 kilómetros".

La doctora Irving detalló al medio español ABC, que no habrían podido descubrir algo como esto sin la ayuda de las ondas sísmicas. Además, la mejor información se obtiene de los terremotos de magnitud 7 o superior, ya que las ondas de choque pueden incluso atravesar el núcleo terrestre y llegar hasta el fondo del otro lado del planeta.

De esta manera, los datos que permitieron encontrar la capa se obtuvieron de las ondas captadas después de un terremoto de magnitud 8,2, el segundo más potente jamás registrado, que golpeó Bolivia en 1994. 

 

Por otra parte, el doctor Wu mencionó que "sabemos que casi todos los objetos tienen asperezas en la superficie y, por lo tanto, dispersan la luz. Y esa razón por la que podemos ver esos objetivos: las ondas de dispersión llevan la información sobre la rigurosidad con la que han interactuado. En este estudio, investigamos ondas sísmicas dispersas que viajan dentro de la tierra  para estudiar la rugosidad del límite de 660 kilómetros".