Los fabricantes de dispositivos móviles realizan exhaustivos experimentos para comprobar la resistencia y durabilidad de los teléfonos. Para ello son sometidos a un uso intensivo para ver su real resistencia.
Cámaras de tortura, golpes, caídas, calor y frío extremo, humedad, duchas de agua, torsiones o fricciones son parte de las pruebas a las que son expuestos los celulares por un equipo de laboratorio.
¿El objetivo de esto? Crear dispositivos celulares que puedan aguantar un uso normal a diario por parte de los usuarios.
A continuación te presentamos algunas de las pruebas a las que son sometidos:
Pruebas de resistencia:
Los teléfonos son sometidos a condiciones de temperatura en cámaras de frío y calor. Son congelados hasta 40° bajo cero y expuestos a temperaturas superiores a los 125°. Además, exponen al dispositivo a humedades de hasta 65%. Estas pruebas permiten saber si el smartphone resistirá las condiciones climáticas de todo el mundo y los efectos del sudor.
Otro factor importante es el “agua”, elemento que muchas veces estropea los celulares. Por ello, los dispositivos también son sometidos a pruebas acuáticas, que consisten en una “cadena de lavado” con distintas cantidades de líquidos. De hecho, también son sumergidos para revisar si el objeto tecnológico sigue en funcionamiento y si su altavoz y cámara resisten.
Además, los teléfonos son expuestos a pruebas de los efectos del polvo, metiéndolo en bolsillos con arena, y a los efectos de la usabilidad, es decir, reciben un desgaste acelerado a través de máquinas que presionan los botones millones de veces y según su tipo se abren y cierran millones de veces, ya sea si es tipo “almeja” o tiene teclado deslizante.
Mira aquí algunas de las pruebas de Nokia en sus teléfonos:
Pruebas de aplastamiento, roces y ralladuras:
Pero eso no es todo. Los dispositivos también son sometidos a saltar repetidamente sobre superficies de acero, simulan caídas desde distintas alturas y posiciones, aplastan sus pantallas o dejan caer una bola de acero sobre él. Esto, para simular que una persona se sienta sobre el dispositivo.
También, son pulidos para revisar la resistencia de su carcasa, ya sea a roces y rayones; además son expuestos a estar en bolsillos gigantes que los sacuden con elementos cotidianos como llaves y monedas.
En tanto, las conexiones del móvil son puestas a prueba a través de introducir y extraer los conectores miles de veces, revisando su vida útil y resistencia.
Pruebas extras:
Existen pruebas para verificar funciones especiales del teléfono como su capacidad de tomar fotos o videos, o el rendimiento del brillo de la pantalla, contraste y representación de colores.
Su prueba además la calidad del audio del altavoz, esto en distintas condiciones de ruido externo y ambiental. A su vez, las baterías son cargadas y descargadas varias veces, para revisar su capacidad y vida útil.
En tanto, se revisa la capacidad de recepción de las antenas celulares, esto exponiéndolas a reducciones de recepción.
Revisa aquí las pruebas que Samsung S4 tuvo que pasar para salir al mercado:
Prueba de revisión de daños:
Finalmente, los laboratorios de pruebas deben revisar los resultados obtenidos, especialmente de aquellos que no han pasado las “difíciles” pruebas.
Esto porque, los celulares rotos pasan a una sala de análisis, donde se buscan las causas de su “fallo”. En esta fase, se revisa minuciosamente todo el móvil para definir que causo el problema, se revisa con rayos X, microscopios electrónicos y cámaras de alta velocidad.
Este proceso se hace a varios teléfonos, pues una vez localizado el fallo este debe ser rediseñado.
Todo esto para llegar a tus manos ¿Increíble no?
Nota 24Horas.cl con información de elconfidencial.com