Intervenían imágenes de rostros y las transformaban en rasgos asiáticos, indios, además de agregar piel de color amarilla, ojos rasgados y caras pintadas.
Esa eran parte de las aplicaciones gratuitas de Google Play, “Make me asian” y “Make me indian” , las cuales fueron eliminadas luego de una ola de protestas en redes sociales por ser considerarlas racistas.
Ciudadanos de origen chino iniciaron el movimiento en internet, motivados por las quejas del norteamericano de origen asiático, Peter Chin, quien escribió una petición a Google de que sacara la aplicación.
“Si el lema de Google es ‘no seas malvado’, ¿por qué mantiene estos contenidos?”, argumentó Chin, además de adjuntar una carta a Eric Schimidt, presidente ejecutivo del gigante web.
En un principio Google se defendió señalando que no se trataba de un producto propio si no de una aplicación que se ofrecía en su tienda, sin embargo tras la presión de los cibernautas no le quedó otra que eliminar la aplicación de la web.