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Equipo 100% femenino: Las jóvenes de la robótica que compiten por Chile en el desafío FIRST Global Challenge

"Estamos aquí para demostrar que las niñas sí se pueden empoderar y ser alguien en el mundo de las Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática", dice Paula Carrión, una de las integrantes del equipo chileno.

Francesca Cassinelli

Martes 1 de septiembre de 2020

Cursan entre primero y cuarto medio, son mujeres, saben de robótica, trabajan en equipo y representan a Chile en el desafío anual FIRST Global Challenge, una competencia que busca empoderar a los jóvenes en el mundo STEM (de las Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática; por las palabras en inglés).

Se trata de ocho estudiantes que actualmente están participando en el desafío, el que por primera vez se hará online debido a la pandemia del COVID-19.

Hasta el 2019 la competencia era presencial y consistía en un problema que los equipos debían solucionar creando y programando un robot, sin embargo este año las cosas cambiaron y las integrantes del Team Chile se enfrentan a otro reto. "El año pasado el desafío era la contaminación del agua, entonces una cancha representaba el océano (...) tenías que armar un robot que recogiera pelotas (que simbolizaban polución) y llevarlas a puntos de reciclaje para poder erradicar la contaminación del océano", describe Paula Carrión, una de las integrantes del equipo de Chile.

Ella misma resume la nueva lógica de la competencia global: "consiste en conectar comunidades y en la competencia ya no armamos robots, sino que hacemos pequeños desafíos cada semana: algunos de mostrar nuestros sueños, otros técnicos, otros de darnos a conocer por redes sociales".

 

Mujeres en el mundo STEM

Es segundo año consecutivo que el equipo de robótica está compuesto sólo por mujeres y las integrantes del grupo aprovechan esta instancia para avanzar en la inclusión en las áreas STEM. Catalina Pérez cree que esto "es un avance súper grande e inspirador para las mujeres que aún no han entrado a este mundo y no se han permitido probarlo/conocerlo", factor que al que suma que "a pesar de que Chile aún no es un país completamente equitativo en ámbitos de género, tener la posibilidad de que sea representado solo por mujeres en algo que supuestamente es de "hombres"  es un gran logro del cual sentirnos orgullosos".

Las integrantes del equipo son conscientes del desafío de la inclusión de las mujeres en el mundo STEM (de las Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática), y han tenido dificultades a raíz de ello. Para Valentina Flores uno de los mayores retos son "las agresiones o menosprecio a nuestro trabajo, lamentablemente se duda mucho, aunque sea de manera inconsciente, de las capacidades de una mujer en las ciencias". Camila Acuña menciona la misma problemática y añade que "es algo con lo que nosotras tenemos que lidiar además de todo el esfuerzo que requiere estudiar y esforzarse para conseguir algo".

Paula Carrión coincide y agrega que "desde hace mucho tiempo existen estereotipos que dicen que las mujeres no pueden hacer ciertas cosas sencillamente porque somos mujeres, pero en mi opinión cada día todas decimos que no a esto (...) estamos aquí para demostrar que las niñas sí se pueden empoderar y ser alguien en el mundo STEM".

El camino hacia la robótica

Varias integrantes del equipo dijeron a 24Horas.cl que conocieron la robótica a través de talleres en el colegio. Para Victoria Mauro el inicio fue en uno de ellos cuando cursaba primero medio, luego se internó más en el tema: "llegué a un taller de robótica llamado los Chilis", cuenta, mencionando que el grupo que participó en otras competencias. El caso de Julieta Coloma fue a través de otro interés que desarrollaba: "llegué a la robótica tras conocer la programación, como  una nueva área donde usar esos conocimientos".

Una de las integrantes del equipo, Catalina Pérez, dice que su curiosidad por el tema se remonta a cuando era aún más joven: "recuerdo que en la Biblioteca de Santiago, exactamente en la sala del cobre había un robot llamado Cupro, de ahí que siempre quise armar un robot y saber cómo funcionaba. Pasó el tiempo y nunca encontré lugares en donde aprender sobre la robótica, después fui comprendiendo que un robot no era sólo el armado y tenía cierta base con la programación".

Camila Acuña también sentía esa disposición de pequeña: "siempre me han interesado temas que tenían que ver con construir y desarmar cosas, me gustaba un montón la aviación y el cómo estaban construidos los aviones". "Desarmaba cosas con mi mejor amigo y él me mostraba cómo desarmaba celulares y los arreglaba", recuerda, agregando que a través del taller de robótica que hizo su profesor de física del colegio se internó aún más en el tema.

Sobre quiénes han sido sus grandes apoyos en la robótica, las integrantes del Team Chile mencionan a sus familias, a los mentores que han conocido tanto en el liceo como en actividades extraculares,sus amigos, profesoras y profesores, a la comunidad femenina de STEM, además de otras compañeras y compañeros.

Catalina Pérez hace además un énfasis en que los docentes "van motivando y enseñando no sólo en conocimientos, sino que también en ámbitos afectivos como tolerar la frustración, organizarse, intentar superarse cada día".

Foto: Instagram / Firstglobalchile.