“Es posible hacer dinero sin ser un diablo”, es una de las frases celebres de Larry Page, cofundador del gigante tecnológico Google y uno de los hombres más ricos del mundo quien, en una extensa carta a los accionistas de la compañía, llamó a no perder la agresividad.
Si bien en la misiva enviada a un año desde que retomara las riendas la empresa no se develan grandes novedades ni tampoco cifras, el ejecutivo deja en claro que seguirán apostando en grande teniendo siguiendo tres marcadas directrices: el mercado de los smartphones, anticipando nuevos dispositivos Android; una nueva generación del buscador y el reforzamiento de la red social Google+.
El llamado del empresario estadounidense de 39 años es a no “dormirse en los laureles”, puesto que, a pesar de ser una compañía grande, quiere continuar creando tecnología que marque la diferencia en el mundo, haciendo más, y más rápido.
Sin embargo, a pesar de lo carismático y motivador que pueda resultar su mensaje - el mismo que se basa en transformarse en una compañía que se “mereciera un gran amor” - los inversionistas quieren números, porque aun cuando Google vale más de 205 mil millones de dólares, el doble que Facebook, todavía su valorización es la mitad que la de Apple, su gran competencia en cuanto al negocio de la tecnología y los dispositivos móviles.