Científicos han entregado información del fósil de terizinosaurio más joven de Japón y el primero que se ha encontrado en sedimentos marinos de Asia. Dicen que tenía temibles garras, las cuales utilizaba para pastar en un ambiente costero.
Los terizinosaurios eran un gran grupo de dinosaurios terópodos principalmente herbívoros (dinosaurios con huesos huecos y extremidades de tres dedos). Fueron descubiertos por primera vez en Asia: China y Mongolia son ricos en este tipo de fósiles de therizinosaurus.
Científicos de Japón y EE.UU., dirigidos por el profesor Yoshitsugu Kobayashi, del Museo de la Universidad de Hokkaido, y Anthony R. Fiorillo, de la Universidad Metodista del Sur (SMU), describieron una nueva especie de terizinosaurio de Japón y brindaron nuevos conocimientos sobre la función de las garras de eta especie.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Scientific Reports y consiste en una vértebra parcial y una muñeca y antepié parciales, recolectados originalmente en 2008 de la Formación Osoushinai, una característica geológica rica en fósiles en Nakagawa, Hokkaido.
En ese momento, se describió como perteneciente a un dinosaurio manitoraptan, sin embargo, se presumía que pertenecía a un terizinosaurio, pero la falta de datos comparativos hizo impracticable la confirmación.
Los científicos decidieron revisar el espécimen ya que los desarrollos recientes han generado una gran cantidad de datos que permiten la clasificación de los terizinosaurios en función de la morfología de las garras del antepié.
El análisis de los datos colocó a P. japonicus entre los terizinosaurios derivados en base a cuatro caracteres compartidos. Un análisis de la morfología de las garras, incluida su longitud y la forma de la base de las garras, indica que las garras de los terizinosaurios basales son generalizadas y no para un uso específico, mientras que las garras de los terizinosaurios derivados se especializaron para pastar.
Paralitherizinosaurus japonicus es la aparición más joven de restos de terizinosaurio en Japón. Su descubrimiento indica que los terizinosaurios en Asia existieron durante una escala de tiempo mucho más larga y un área geográfica mucho más grande de lo que se sabía anteriormente.