Videoconferencias y llamadas de un computador a otro. Ese es el principal uso que le damos hoy en día a las populares webcams.
Las hay de todas formas, con dibujos y adaptables a diversos dispositivos, pero la primera de estas webcams no nació para verse de un lugar a otro en el ciberespacio, sino que para mirar una cafetera.
Corría el año 1993 cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, sólo quería monitorear que su café estuviera caliente.
“Una de las cosas muy importantes entre los investigadores de ciencia computacional es un constante flujo de cafeína”, explicó el Dr Quentin Stafford-Fraser, quien junto al Dr Paul Jardetzky, inventó la primer webcam de la historia para ver una cafetera, según documentó la BBC,
La cámara tomaba imágenes tres veces por minuto. Para eso, los estudiantes diseñaron un programa que les permitía a los miembros del departamento ver la secuencia desde su red interna de computadoras.
El objetivo, según el Dr. Stafford-Fraser era no tener que moverse para evitar el disgusto de encontrar la cafetera vacía. Es decir, como muchos grandes inventos fue ideado inicialmente para algo completamente trivial.