¿Ciencia o crueldad animal?
Por cerca de 120 euros (unos 83 mil pesos) puedes tener el kit completo de "Roborouch". Te mandan a casa 12 cucarachas vivas, el material tecnológico y un manual de instrucciones para operar a los animales y jugar con ellos.
Se trata de "robotizar" a las cucarachas, que pueden ser teledirigidas gracias a una aplicación para celulares. Por control remoto, a través de un smartphone, se pueden manejar los movimientos de este insecto. Una aplicación realmente sorprendente, pero que ha despertado gran polémica en Estados Unidos.
"Roborouch" consiste en un chip que se inserta en la cucaracha, para que cumpla las órdenes de esta aplicación. Se arrancan las antenas del artrópodo y se coloca sobre él un microcircuito, capaz de mandar mediante impulsos las órdenes que nosotros deseemos a su cerebro. No es complicado encontrar en la red videos demostrativos del funcionamiento de esta aplicación.
Los inventores de esta aplicación aseguran haber vendido ya unos 300 lotes. Se trata de dos ingenieros cautivados por la neurociencia, que afirman que esto sólo se trata de un experimento para ilustrar el poder de la ciencia.
Pero para colectivos de protección del medio ambiente y diversas asociaciones por la defensa de los animales se trata de un invento cruel y ya han tomado acciones judiciales para frenar la venta de esta aplicación.