Son más duros que el Pitbull, más disciplinados que Charles Aránguiz y tienen más pilas que el Niño Maravilla.
Son máquinas, pero no lo decimos en sentido figurado. Son robots.
Se trata de la Selección Chilena de fútbol robótico, que se va al Mundial de Alemania... y de favorita.
En los últimos dos mundiales, han llegado a semifinales. Ahora van por la copa.