Primero fue el Walkman en 2010, y ahora es el turno de la grabadora de casette. Al menos así lo decidió la empresa japonesa Sony, tras anunciar que sacará del mercado esta 'reliquia'.
Aunque muchos podrían pensar que estos soportes estaban extintos, las grabadoras a casette continúan en el mercado, aunque con mucha menos popularidad que antaño.
Los nuevos formatos digitales, la descarga de contenidos y la grabación con aparatos más versátiles, han hecho que la grabadora a casette vaya en retroceso, especialmente porque el propio 'casette' ha ido en franca desaparición.
Las cintas de casette fueron, durante varias décadas, el formato idóneo para el intercambio de música entre usuarios. Sin embargo, la grabación desde el equipo de radio en los llamados 'casette vírgen' son cosa del pasado.
Nubes de datos, intercambio P2P, compra de música via iTunes, entre otras alternativas, han mermado la necesidad de grabar o compartir música a través de un soporte 'tangible'.
Además, quienes necesitan grabar entrevistas, clases o conversaciones, no acuden al engorroso proceso de tener que oír toda la cinta del casette o avanzar y retroceder para llegar a un punto específico de la grabación. Las grabadoras digitales simplifican capacidad, tiempo y espacio. Razones suficientes para que Sony decidiera dejar estos aparatos en el recuerdo.