Internet sin duda se ha transformado en una herramienta del conocimiento moderno.
Ahora con solo un par de clics es posible aprender sobre, prácticamente, cualquier tema que nos propongamos.
Sin embargo, hay una práctica facilitada por internet que podría costarnos la vida: El autodiagnóstico.
Diagnosticarse enfermedades gracias a búsquedas en la web podría llegar a transformarse, sin saberlo, en un peligro si la llevamos al extremo.
Eso es lo que hacen los 'cibercondriácos', un tipo de usuario que se dedica a buscar cada dolor -y su probable solución- en la web.
Según publicó el portal Menshealt.es, el 80% de los cibernautas que usan motores de búsqueda para evaluar sus síntomas no verifica la calidad de información que está recibiendo.
Por ejemplo una persona siente dolor en el pecho y las primeras informaciones que se ven son aquellas relacionadas con un infarto al corazón.
Sin embargo, según explica Moisés Robledo, secretario de Información de la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (SEMGF), "lo más probable es que el dolor torácico sea de origen muscular".
Es este tipo de mal diagnóstico el que podría ser muy grave si consideramos que siempre la mejor opción es consultar directamente a un médico.
Incluso, según una investigación publicada por el Journal of the American Medical Association¸ quienes consiguen evitan las preocupaciones consiguen frenar el llamado efecto "nocebo", en el que la tensión de enfermarse puede, de hecho, provocar un mal en nuestro cuerpo.