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Misión cumplida

Felix Baumgartner saltó desde la estratósfera y rompió tres récords: El de altura en salto en paracaídas, el vuelo en globo tripulado más alto del mundo y la primera vez que una persona rompe la barrera del sonido sin apoyo mecánico.

Camilo Bravo

Domingo 14 de octubre de 2012

El escenario era el ideal este domingo para concretar el salto desde la estratósfera: el 14 de octubre de 2012 se cumplían 65 años desde Chuck Yeager, rompiera la barrera del sonido con un avión experimental.

El deportista austriaco Felix Baumgartner (43), quería escribir su nombre en la historia además de cumplir el sueño que siempre tuvo desde que era niño: Saltar en caída libre y  romper la barrera del sonido.

La jornada comenzó cargada de incertidumbre luego que el horario de ascenso se postergara por los fuertes vientos que soplaban en la parte superior del globo y que fueron las mismas razones que motivaron su cancelación el pasado jueves.

El austriaco que en 1999, obtuvo su primer récord mundial tras saltar en paracaídas desde el edifico más alto, las Torres Petronas en Kuala Lumpur, Malassia, veía como por segunda vez su sueño se veía opacado por factores externos.

Así fue la aventura de Felix Baumgartner

Así fue la aventura de Felix Baumgartner

Felix Baumgartner saltó desde la estratósfera y rompió tres récords: El de altura en salto en paracaídas, el vuelo en globo tripulado más alto del mundo y la primera vez que una persona rompe la barrera del sonido sin apoyo mecánico.

 

 

Horas más tarde, comenzó la travesía. La imagen del ascenso recorría el mundo entero y las dudas sobre el éxito de la operación generaban la tensión sobre el resultado final. 

El deportista se elevó hasta los 39.068 metros hasta que se comenzó a estabilizar la nave. De pronto la cápsula se abrió, se puso de pie el austriaco y con una imponente imagen no dudó y saltó. El deportista se demoró  40 segundos en lograr su objetivo de superar la velocidad el sonido, registrando los 1173km/h, enfundado en un traje presurizado e ignífugo, que le protegía de las temperaturas de menos 70 grados y evitaba que la sangre le hirviera debido a la baja presión atmosférica.

Luego, la incertidumbre se instaló en la sala de operaciones, Baumgartner comenzó a girar y no lograba la estabilización en el aire.  De un momento a otro logró estabilizarse, desatando la tranquilidad y felicidad en todo el equipo de trabajo.

Cuatro minutos y dieciseis segundos pasaron para que pudiese abrir su paracaídas para llegar cómodamente al suelo. Baumgartner llevaba cinco años preparándose para una tarea en la que batió varios récords: el de altura en salto en paracaídas, el vuelo en globo tripulado más alto del mundo y la primera vez que una persona rompe la barrera del sonido sin apoyo mecánico. No consiguió, eso sí, el de la caída libre más larga de la historia, que estaba en cuatro minutos y 36 segundos.

Recordemos que la idea central de la misión es poder rescatar información fundamental que ayude a la creación de trajes espaciales más seguros para los aviadores y turistas espaciales del futuro.