Estudiantes de la Universidad de Washington trabajan en un traductor de lenguaje de señas a lenguaje hablado universal.
Gracias a él, Thomas Pryor y Navid Azodi ya ganaron el premio Lemelson-MIT que les otorgó 10.000 dólares.
El invento consiste en un guante que detecta los movimientos de los dedos, como la posición de la mano y su desplazamiento en detalle.
El artefacto envía la información a un computador mediante conexión Bluetooth, el que capta la información del movimiento y lo convierte en voz mediante un sintetizador.
Otra habilidad del guante es deletrear algunas palabras para las que aún no hay signos (iniciales, nombre y palabras difíciles).
La creación aun está en desarrollo experimental, buscando la habilidad de adaptarse a cada lenguaje de señas en el mundo.