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¿Por qué no son recomendables las dietas express?

Recurrir a dietas relámpagos para acelerar la pérdida de peso y conseguir que nos queden nuestros vestidos y pantalones regalones, suele ser una costumbre muy arraigada pero poco aconsejable.

24Horas.cl Tvn

Lunes 9 de mayo de 2016

Las populares dietas express pueden ser muy peligrosas para nuestra salud., ya que se pierde peso muy rápidamente, lo que provoca un desbalance nutricional que podría terminar en un efecto rebote.

 

Dietas como la de la manzana, el cochayuyo, la sopa, que se basan en un solo alimento, o las que no llevan ninguno como la del agua, generan aportes nutritivos insuficientes y desbalanceados que ponen en riesgo nuestra salud.

Así lo establece la docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico Stefanie Chalmers, que asegura que estas dietas pueden ser muy efectivas en términos de reducción de peso, pero significan un serio riesgo a la salud. “Con las dietas express, además del déficit calórico, también se generan déficits de nutrientes no energéticos importantes para la mantención de un estado saludable. Adicionalmente, el aporte insuficiente de energía puede condicionar desajustes metabólicos que pueden repercutir negativamente a corto y largo plazo”, advierte.

 

Una de las situaciones más peligrosas  que podría causar la mala alimentación son las derivadas de la hipoglicemia, como la pérdida de la concentración, mareos, náuseas, sudoración y cansancio, las que pueden considerarse de alto riesgo, según la especialista, "en personas con patologías previas (no siempre diagnosticadas) y en personas sanas durante actividades cotidianas como la conducción o realizar cualquier maniobra que requiera control motor, equilibro y/o concentración", señala.

Efecto rebote

Por otro lado este régimen alimentario podría provocar un efecto rebote, que se refiere a una rápida subida de peso luego de terminar la dieta. Según Chalmers existen dos situaciones que influyen en el efecto rebote. La primera se relaciona con que los efectos beneficiosos a largo plazo requieren un cambio de hábitos alimentarios, situación que no se consigue con este tipo de regímenes que son impracticables a largo plazo y generan gran ansiedad por recuperar la ingesta habitual.

 

El segundo aspecto importante es que el organismo resiente el déficit energético y responde con adaptaciones metabólicas en conjunto con pérdida de masa muscular. "Por tanto, el efecto rebote es producto de una disminución del gasto energético y de la obtención de un metabolismo ahorrador, que tenderá a almacenar la mayor cantidad de calorías posibles para guardar reservas que serán de utilidad en caso de someter al organismo nuevamente a una restricción calórica”, explica la Chalmers.

Debido a esto es que este tipo de dietas no son recomendables, ya que los riesgos son mayores a las ventajas. Se podría bajar de peso de forma saludable pero con una adecuada planificación de la mano de un especialista.