La pequeña isla Aogashima de 5,98 km cuadrados fue descubierta en 1785 y se encuentra ubicada en el Mar de Filipinas a 358 kilómetros de Tokio, Japón. El acceso a ella puede realizarse solo a través de vía marítima y aérea. Sin embargo, las condiciones meteorológicas impiden en ocasiones el vuelo que solo permite la presencia de 9 pasajeros.
Los casi 200 habitantes y los pocos turistas que llegan al lugar, pueden disfrutar de la tranquilidad, del senderismo y de aguas termales durante todo el año por la presencia de un pequeño volcán al interior del terreno, informa ABC.es.
Una planta de producción de sal se encuentra en la parte exterior del cráter de la isla que facilita la creación del producto a partir del agua del mar.
Una escuela, oficina de correos, sauna, camping, restaurante y bares, han sido construidos para ofrecer a los turistas y a los habitantes, un entorno único, cómodo y llamativo.